jueves, 18 de octubre de 2012

El Escorpión del Tlachiquero



 Cuentase que un  tlachiquero andaba raspando magueyes en el cerro del Tezontle, despuntando algunos otros con el machete para no permitir el creciminto de los quiotes y sorbiendo el aguamiel con el acocote; a cada maguey trabajando para llevar su control, marcaba cuidadosamente con unos puntitos, algunas cruces o rayas,según fuera el caso, tenia que levantar cada pesada piedra que cubría a un maguey en producción, que aparte de inpedir que penetrara el agua de de las lluvias, permitía que el hueco estuviera sombreado y fresco, para poder libar toda la intencidad de ese néctar recojido como un rito antiguo, para después, con la mayor suavidad posible como si estuviera acariciando a Mayahuel, raspar el corazón de ese monumento natural, para que nuevamente sangrara su octli mágico y poder seguir colectando su alimento. Todo esto comenzó desde tempranito, a media mañana, le entró el hambrey sacó su itacate, a un lado de la magueyera, , casi en la parte más alta del cerro, donde se encontró un claro, había solo unas biznagas con unos chilitos ya bien rojos y muy dulces, acababan  de comenzar las primeras lluvias, por lo que la vegetación alrededor del sitio elegido, estaba bastante crecida y había una gran cantidad de chapulines, cigarras y abejorros que zumbaban, revoloteaban y brincaban por todos lados, al olor de las plantas silvestres, al olor del campo, que bajo la intensidad de los rayos del sol, hacia que  todas las flores y hierbas campiranas emanaran sus  perfumes, arrojando sus aromas como en una infusión sin fin que agilizaba sus instintos y en este paraíso de su lavor, paraíso, sin darse cuenta, al sentarse para empezar a comer su itacate, apoyó su mano en un manchón de pasto; por la mala suerte, presiono a un escorpión que inmediatamente le mordió el dedo y rápidamente se escabulló del lugar, pues solo acomodo sus patas hacia atás y como una pequeña serpiente ondeo su cuerpo entre el zacate y desapareció. Melitón, que rápidamente se sintió los efectos del veneno inyectado, y es así como se llamaba el tlachiquero del que estamos hablando, rápidamente tomó su machete y corto de tajo su dedo mordido, aún sintiéndose mareado y trasudando, permitió que el corte realizado sangrara bastante, por fin sacando su paliacate,, muy fuerte anudo su mano presionando el muñón, para que empezara a sanar su herida, luego cogió el miembro cercenado y clavo en una púa del maguey más cercano, se le quito el hambre, ya no quiso comer, recogió sus aperos y se marcho. Melitón, ya en el barrio de Zapotlán, les conto a todos, lo que le había sucedido a su dedo, que estaba contento de habérselo cortado y de no haber murto, todos le decían: Melitón, así es cuando te toca te toca.
A los tres días regreso hasta donde estaba su  índice, se acercó a verlo con mucho temor, como presintiendo algo diferente y especial, el dedo se había vuelto completamente negro y estaba muy hinchado, los orificios donde se había mordido el escorpión, sangriolentos y blancos como si fueran de hielo, a los rayos del sol brillaba, no se escuchaba el chirriar de los insectos, como si el propio dedo pulsará bajo un silencio sepulcral, fue cuando a Melitón sintiendo un latido fuerte y pausado en las hinchadas venas de las sienes, se le ocurrió picarlo con otra púa, que para tal efecto ya había cortado, se acercó lentamente, de repente, lo punzo, por la pus apenas contenida, esté automáticamente lanzo un chisguete necrosado y repulivo, que para su infortunio, fue a caer en su boca, de inmediato, Melitón cayó al suelo, sentía que cada vez se le dificultaba más respirar, todavía tuvo fuerzas para medio gritar tres veces ayuda, ayuda, ayudan ...... ......  nadie lo escuchó......  ....el sintió que muy despacio se paralizaba, lentamente comenzó a sentir calambres en las piernas, luego a jadear, la garganta se le cerraba,su boca reseca, amarga, hacia un gran esfuezo para poder respirar,jalando bocanadas de aire, hasta que finalmente alcanzo a decir, así es Melitón, cuando te toca te toca, confirmándolo con los últimos estertores de su muerte.

Escrito y Publicado por Eric Cruz
De la serie de leyendas barrio Zapotlán de Allende, el barrio más antiguo de Tulancingo
Cultura / Municipio. En Tulancingo y el gobierno. Estado de Hidalgo

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